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Concentración dependientas Inditex 2

Victoria para las dependientas de Inditex: consiguen una subida salarial de 382 euros
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7 ENE 2023 06:00
Informació publicada al diari El Salto,
 

Las dependientas de Inditex en su huelga estatal: “Es una chispa que se ha extendido”

 

Las trabajadoras de la multinacional luchan con una huelga en todo el Estado español para reclamar mejoras salariales el día que empiezan las rebajas. La empresa de Ortega aún no ha establecido comunicación alguna con ellas.

Este sábado 7 de enero, coincidiendo con el inicio de las rebajas, las dependientas de Inditex han hecho huelga para aumentar su salario y mejorar sus condiciones laborales. Después de las movilizaciones de las trabajadoras de la provincia de A Coruña que consiguieron una mejora de 382 euros al mes, el resto de trabajadoras del Estado han decidido que quieren luchar por sus derechos. 

“Trabajo en Inditex y no llego a fin de mes”, ha sido su lema. La ciudad con más afluencia en las concentraciones ha sido Madrid, destacando la de Plaza España, frente al gran edificio de la multinacional de Ortega, donde han ido unas 500 personas, indican fuentes sindicales. Pero, según apuntan desde la CGT, también se ha seguido la huelga en Logroño, Sevilla, Barcelona y Valencia. 

Las dependientas de Inditex cobran 1080 euros al mes y piden una subida de 500 euros mensuales, ya que sus compañeros de logística, fábricas y centrales “cobran casi el doble y la empresa continúa anunciando beneficios récord”

“Organizamos la huelga para el 7 de enero cuando las compañeras de A Coruña iniciaron sus movilizaciones. Al coincidir con las rebajas es una fecha clave para la empresa en la que esperan grandes beneficios”, apunta Aníbal, de la CGT. “Es una chispa que se ha extendido a todo el Estado”, asegura. 

Su principal reclamación es la subida salarial. Ellas cobran 1080 euros al mes y piden una subida de 500 euros mensuales, ya que sus compañeros de logística, fábricas y centrales “cobran casi el doble e Inditex continúa anunciando beneficios récord”, apuntan. También piden que les paguen los domingos en las mismas condiciones que los festivos y una equiparación de ayudas sociales a las que ya reciben en el sector más masculinizado de la empresa: ayudas económicas al material escolar, guardería o el comedor son algunas de ellas.

Según afirman las dependientas organizadoras de la huelga a El Salto, Inditex aún no se ha puesto en contacto con ellas para negociar. Este diario ha contactado con la multinacional gallega, pero no ha obtenido respuesta. 

Conflicto con los sindicatos mayoritarios

Los otros dos sindicatos mayoritarios, CC OO y UGT aseguran a través de un comunicado de prensa una convocatoria en enero “para abordar medidas globales en materia salarial que compensen el impacto de la inflación”. En la nota de Comisiones no hacen ninguna alusión a la huelga. De hecho, el sindicato llegó a criticar las movilizaciones de las trabajadoras de A Coruña y no se sumó a las jornadas de huelga: ni a las de diciembre ni a la de este 7 de enero. 

Eso sí, la firma de la mejora del convenio provincial de A Coruña que subió su sueldo la realizaron estos dos sindicatos junto a la CiG. “Pero en ningún momento nos llamaron a nosotras. No tuvimos poder de negociación”, denuncia Carmiña Naveiro, una de las organizadoras de las movilizaciones contra el gigante textil. 

“Quieren asegurarse de estar ellos en la firma, pero luego no apoyan nuestras luchas”, critican representantes de la CGT. Desde CC OO, aún no han dado respuesta a El Salto, pero en la nota de prensa sí mencionan la necesidad de la creación de un Plan de Igualdad y de mejorar los convenios provinciales.

Antecedents de la notícia.

 

INDITEX
Así se tejió el imperio de Inditex: miles de mujeres gallegas sin derechos

El milagro de la moda gallega se basó en el trabajo de miles de mujeres que nunca vieron reconocidos sus derechos en Inditex

 
Zara Inditex precariedad laboral subcontratación 3
El imperio de Zara se levantó sobre el trabajo precario de mujeres gallegas ARTE EL SALTO
 
O Salto Galiza
26 OCT 2017 19:00

A finales de los años ochenta el sector textil y de la confección en Galiza experimentó una gran expansión. Nombres como Adolfo Domínguez, Caramelo o Roberto Verino son buena muestra del papel y de la visibilidad que la “moda gallega” alcanza en el conjunto del Estado. Pero será Zara —llamada Grupo Inditex después— la marca que mejor ejemplificará el “milagro” del textil en Galiza. El enorme crecimiento de esta compañía propiciará la gran expansión del sector textil en esta comunidad y, en concreto, la constitución de cooperativas y talleres de confección que trabajan para el gigante gallego.

La evolución del textil en las décadas de los 80 y 90 implicó una necesidad creciente de trabajos de manufactura. La estrategia del Grupo Inditex fue incentivar la constitución de industrias subcontratadas, talleres y cooperativas, bajo la promesa de que nunca les faltaría trabajo. Muchas mujeres trabajaban para Inditex, o alguna de sus subcontratas, en sus propias casas. Cuando fue necesario para el mayor crecimiento de la compañía, sus dirigentes impulsaron una red de cooperativas donde poder subcontratar una parte fundamental de la manufactura.

La estrategia del Grupo Inditex fue incentivar la constitución de industrias subcontratadas, talleres y cooperativas, bajo la promesa de que nunca les faltaría trabajo

Estas cooperativas, formadas fundamentalmente por mujeres del medio rural, surgieron a iniciativa de Inditex y otras grandes empresas del textil gallego bajo la promesa de una demanda de producción continua. El crecimiento de este tipo de sociedades fue a la par con la facturación del holding. De 1990 a 1995, la facturación pasó de 44.000 millones de pesetas a 183.000. En 1991 había 139 cooperativas de confección en Galiza, en 1997 eran 253. Todas aquellas promesas se esfumaron con el proceso de deslocalización de la producción a partir del año 2005 desde Galiza a países como Marruecos, Bangladesh o Turquía.

En el informe El sector textil y de la confección, de 2005, María del Vallejo Fernández Sanz y Estefanía Rodríguez González achacan el crecimiento del sector textil a varias razones, entre otras a la “consolidación de un tejido productivo que suministra básicamente mano de obra para la fabricación de un volumen creciente de producción”. Y afirman que la estructura en Galiza “presenta dos realidades empresariales: un grupo mayoritario de pequeñas y medianas empresas y de cooperativas -que suponen un 90% aproximadamente- que trabajan sobre todo como subcontratas, configurando la base del modelo productivo sectorial, y un grupo reducido de grandes empresas, protagonistas del empuje del sector, tanto a nivel nacional como internacional”.

Las cooperativas surgen por la necesidad de empresas como Inditex de asegurar la producción con un sistema de trabajo flexible, subcontratado y externalizado, con el que implementar el sistema just-in-time en un momento de gran competitividad y de cambios profundos en el mercado producidos por una globalización galopante que abre el mercado español al producto extranjero y viceversa. 

LA ECONOMÍA SUMERGIDA GALLEGA

En 1992, en plena expansión del modelo de la cooperativas de confección, un informe, encargado por la Asociación Textil de Galicia y elaborado por Kurt Salmon Associates, definía las características principales de las cooperativas gallegas. Entre otras señaló que eran cooperativas en las que no existía prácticamente mano de obra contratada, pequeñas, realizaban labores de manufactura y trabajaban para un único cliente y, de existir más, el principal concentraba más del 60% de la producción. A finales de los 90 ese modelo se expande: la carga de trabajo obliga a contratar personal, aunque con una gran eventualidad y un alto nivel de economía sumergida. Una gran parte del trabajo femenino se realiza en los propios hogares.

El crecimiento de la industria a finales de los 90 promueve un alto nivel de mano de obra sumergida, en gran parte femenina que realiza el trabajo en sus propios hogares

Las relaciones entre las empresas matrices y las cooperativas se establecen de forma individual y asimétrica, lo que les generaba una relación de dependencia que hacía muy difícil la negociación. El precio por prenda lo estipulaba la empresa y se pagaba por trabajo hecho. 

Es evidente que, para que las mujeres del entorno rural, con poca experiencia en la puesta en marcha de empresas, impulsaran las cooperativas, necesitaron el apoyo de determinados o líderes locales. Estos “actuaron de intermediarios entre las empresas, particularmente Zara, la Administración y las trabajadoras”, según escribió la profesora Montserrat Villarino Pérez en un artículo de 2009. 

Y LA PRODUCCIÓN SE FUE AL SUR

Si bien a lo largo de los años noventa la tendencia fue de aumento del trabajo de manufactura, a partir de 2005 se inicia un fuerte proceso de deslocalización del trabajo subcontratado en el rural gallego. Las cifras hablan por sí solas. De las 253 cooperativas que había en el año 1997 se pasa a unas 60 en 2006. Las características que hacían atractiva a Galiza décadas atrás se trasladan a otras regiones mundiales por la mejora en el transporte, las comunicaciones y los bajos salarios. Los talleres y cooperativas son incapaces de ser competitivos contra los bajos salarios de países del Sur, por sus propias características y por las exigencias cada vez mayores de la compañía que sostenía a la mayoría de estas: Inditex. 

El documental Fíos fóra (Illa Bufarda, 2015) se aproxima a la vida de las obreras gallegas de los talleres y cooperativas de confección desde los 80 hasta la época de la deslocalización. “Uno de los principales atrancos que encontramos en la elaboración del documental fue el miedo de las trabajadoras a hablar delante de cámara. Comprobamos que, aún hoy, a muchas mujeres les costaba admitir que trabajaban para Inditex. Proteger el anonimato fue fundamental para introducir entrevistas de personas que actualmente estuvieran en activo”, comenta Sabela Iglesias, una de las directoras. “El documental fue un encargo de la ONG Amarante-Setem, que quería abordar la problemática de la precariedad que crea el sector textil en otros países. Nosotras quisimos enfocarlo desde aquí, porque al empezar a investigar el papel de grandes empresas como Inditex, observamos que esa precariedad también se había dado aquí”, afirma Adriana P. Villanueva, otra de las directoras.

La deslocalización comenzó en 2005: de las 253 cooperativas que había en 1997 se pasa a unas 60 en 2006

El documental aborda el proceso de creación y destrucción de los talleres y las cooperativas de confección y nos enseña uno de los pilares sobre los que se levantó la empresa creada por Amancio Ortega: la subcontratación. “Las trabajadoras de las cooperativas no estaban contratadas por Inditex directamente. Esto es clave. La subcontratación provocó que personas autónomas se embarcasen en inversiones para comprar maquinaria y otras cosas por la promesa de tener trabajo durante mucho tiempo. Inditex no era quien hacía ese tipo de inversiones, sino que las hacían microempresas dependientes que actuaban al dictado de lo que la empresa matriz les pedía”, continúa Iglesias. “Hay cosas tremendas que nos contaban algunas personas —dice Villanueva—, como que hoy en día existen cooperativas que subsisten solo para pagar cotizaciones para la jubilación, ya que no obtienen beneficios”.

Muchos talleres empezaron a cerrar sus puertas a partir de 2004, la relación de exclusividad con determinadas empresas les pasa factura. “Cada vez empiezan a exigirles más a las cooperativas, en el documental lo refleja bien una de las mujeres, expropietaria de una cooperativa. Se sentía entre la espada y la pared por el nivel de exigencia que se veía obligada a cumplir ante Inditex y lo que les exigía a sus trabajadoras”, termina Iglesias.

En Galiza sobrevive el mito: el empresario campechano, el hombre hecho a sí mismo, el triunfador en el país donde otros muchos han fracasado... Sin embargo, una de las razones del triunfo de su modelo fue el de contar con la ventaja de una mano de obra mayoritariamente femenina dispuesta a la subcontratación. La constelación de empresas subcontratadas que se extendieron por el rural gallego gracias en buena parte a la expansión del Grupo se redujo radicalmente una vez que le fue posible desplazarse a otros territorios en los que la población está dispuesta a trabajar por salarios más bajos. La deslocalización fue fácil, ya que la clave del modelo sigue siendo la misma: la subcontratación.

 

De esta salimos juntas.

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La CGT amb les treballadores i treballadors d'Inditex.

Dependents del grup Inditex estan duent a terme mobilitzacions arreu de l'Estat per reclamar millors condicions laborals en una empresa multimilionària on la paga és realment miserable.

Així, el proper dimarts 27 de desembre, a les 13.00 hores, està convocada una concentració a la seu que Inditex té al Polígon de Sabón, a Arteixo, una concentració a la qual estem tots convidats a participar.

La solidaritat és fonamental a la CGT, per això fem una crida a la participació dels socis i simpatitzants que hi puguin assistir i, especialment, dels representants sindicals, delegats o membres de la Comissió d'Empresa del sindicat. Només amb el suport mutu podrem avançar en els conflictes i les demandes legítimes de la nostra classe.

IMGP7809

També i des de Barcelona, Ramón Franquesa, representant de la COESPE, va manifestar el passat 19 de novembre, al finalitzar la marxa convocada per defensar els serveis públics i  l'augment salarial d'acord amb l'IPC,  que " avui, a més hem de felicitar-nos perquè aquesta mobilització no acaba en ella mateixa, és un procés que va començar el passat 15 d'octubre, que continua avui i que tindrà continuïtat. I una de les continuïtats la tindrà demà dilluns a Galicia amb la vaga que s'ha convocat a INDITEX, perquè quan aquesta empresa ha proposat a les treballadores i treballadors un augment salarial molt pert sota de l'IPC, quan ha plantejat també una paga de 1000 euros per veure si callava la gent, la resposta ha sigut la convocatòria d'una vaga general per part dels dos sindicats, el CIG i la CGT, fins assolir la pujada dels salaris segons el cost de la vida. Els pensionistes i la resta de moviments socials aquí representats donem suport a aquesta vaga.

https://www.lasafueras.info/societat/1751-manifestaci%C3%B3-a-barcelona-per-lluitar-contra-les-retallades-a-la-sanitat-p%C3%BAblica-defensem-els-drets-socials-per-una-llei-d-habitatge-social-exigim-pensions-dignes-abaixem-les-armes-les-llistes-d-espera-maten

La redacció de las afueras.