El passat 8 d'octubre es va commemorar el Dia de la Pediatria, el Dia P, una efemèride que l'Associació Espanyola de Pediatria (AEP) vol aprofitar enguany per a posar el focus en l'alarmant situació de deterioració de la salut mental que estan sofrint els menors espanyols. Les xifres de malaltia mental entre aquest sector de la població tan vulnerable no han deixat de créixer en els últims anys: així ho certifiquen el 95% dels pediatres enquestats en una anàlisi publicada en Anals de Pediatria, havent-lo detectat en consulta.

“Si abans de la pandèmia de COVID-19 la situació ja era complicada, ja que aproximadament el 10% dels nens i el 20% dels adolescents patia algun tipus de trastorn mental, l'escenari actual és d'absoluta emergència, perquè la xifra s'ha disparat a fins a un 47% des de llavors”, apunta la doctora Paula Armero, coordinadora del Comitè de Salut Mental de l'Associació Espanyola de Pediatria.

Després d'analitzar els principals desafiaments entorn de la salut mental dels menors, i sota el lema Pediatria i salut mental: construint futurs saludables, els 13.000 pediatres que conformen la AEP han volgut fer una crida a l'acció davant la situació crítica de la salut mental infantojuvenil. Per a això, han elaborat un manifest dirigit a les autoritats sanitàries, educatives i socials i a les institucions en el qual es plantegen propostes clares per a enfrontar aquesta crisi i detenir l'augment de casos durant les primeres etapes de la vida.

 

En el Dia de la Pediatria 2024, l'Associació Espanyola de Pediatria (AEP) fa una
crida urgent per a fixar l'atenció en un dels majors reptes sanitaris de
la nostra època: la salut mental infantil i adolescent. Sota el lema Pediatria i salut
mental: construint futurs saludables, volem destacar la importància de
promoure un abordatge integral i especialitzat per a un problema de salut que creix
alarmantment en les nostres consultes.

 

Els efectes de la pandèmia de COVID-19 han aguditzat una situació que ja existia,
elevant les taxes de trastorns mentals en nens i adolescents fins a un 47%. L'increment
d'episodis d'ansietat, depressió, trastorns alimentaris i addiccions, així com
de conductes autolesivas i suïcides exigeix una resposta urgent de la societat i
dels professionals sanitaris. Avui més que mai, els pediatres hem de ser una peça
clau en la prevenció, detecció i tractament d'aquestes afeccions. Però per a això és
imprescindible comptar amb els recursos adequats i amb formació especialitzada.
A través d'aquest manifest, la AEP enumera els principals desafiaments entorn de la salut
mental dels menors i planteja propostes per a enfrontar aquesta crisi.

El aumento de trastornos: una emergencia
en nuestras consultas

En los últimos años, hemos sido testigos de un alarmante incremento de
trastornos de salud mental en la infancia y la adolescencia. Este deterioro de
la salud mental no solo genera un sufrimiento profundo en los menores, sino que afecta
de manera crítica su desarrollo y bienestar futuro. Como pediatras, somos los primeros
en detectar señales de alerta, pero necesitamos de una estructura robusta para abordar
esta creciente demanda asistencial.

Urgimos a implementar programas de prevención de salud mental desde los
primeros niveles de atención, con protocolos específicos para el cribado en edades
clave y la intervención temprana en las escuelas y los centros de salud.

Pediatria y salud mental : construyendo futuros saludables

Un llamamiento a la accion por la
salud mental infantil

Faltan profesionales especializados
en salud mental infantil

La magnitud de este problema ha superado la capacidad
actual de los servicios de salud mental. Los pediatras,
en muchos casos, no cuentan con la formación específica para
abordar trastornos mentales complejos, y la escasez de psiquiatras
infantiles y psicólogos clínicos en los centros hospitalarios y
ambulatorios agrava la situación.
Incremento de la gravedad de los casos:
es fundamental actuar a tiempo

Uno de los efectos más preocupantes del aumento de
los trastornos de salud mental en las edades pediátricas
ha sido la gravedad de los casos. Los menores llegan a los centros
hospitalarios en situaciones más críticas que antes, lo que refleja
una intervención tardía. El aumento de hospitalizaciones y de
ingresos en unidades psiquiátricas infantiles es un claro indicador
de que necesitamos mejorar la detección precoz y la respuesta en
las primeras etapas de los trastornos.

La atención multidisciplinar:
un imperativo

Enfrentar esta crisis de salud mental requiere
de un enfoque multidisciplinar. No basta con los
esfuerzos individuales de los pediatras. Es necesario fortalecer la
colaboración entre psiquiatras, psicólogos, enfermeras, pediatras
de atención primaria, trabajadores sociales y educadores con el fin
de ofrecer una atención integral y personalizada a cada paciente.
Solo así podremos abordar de manera efectiva los problemas de
salud mental que enfrentan nuestros niños y adolescentes.
Instamos a la creación de equipos multidisciplinares en los
centros de atención primaria, donde los pediatras puedan
trabajar de manera coordinada con otros especialistas para
garantizar una atención integral a los niños y adolescentes con
trastornos de salud mental.

Reclamamos más formación especializada en salud mental para los pediatras.
Consideramos vital que los residentes en pediatría roten durante su formación en
servicios de psiquiatría infantil y que los profesionales en ejercicio tengan acceso a
formación continuada.

Solicitamos un aumento de los recursos hospitalarios y el desarrollo de programas
de hospitalización de día y atención domiciliaria para evitar la saturación de los
hospitales y garantizar un tratamiento adecuado a los casos más graves.

El rol de las familias en la salud mental infantil

No podemos dejar de lado el importante papel que juegan
las familias en el bienestar mental de los menores. La falta de
herramientas para identificar y manejar problemas de salud
mental en el hogar es un desafío que agrava la situación.

El reconocimiento de las especialidades
pediátricas: una necesidad impostergable

El reconocimiento de la Psiquiatría Infantil y Adolescente como
especialidad ha sido un paso adelante que responde a la evolución de
los conocimientos científicos y a la creciente demanda asistencial en este ámbito.
Pero es insuficiente para afrontar los retos actuales. En España, existen consultas
de especialidades pediátricas sin que los profesionales que las atienden cuenten
con un reconocimiento oficial. La falta de reconocimiento dificulta la adecuada
capacitación profesional y la organización de los recursos asistenciales.

Exigimos el reconocimiento oficial de las especialidades pediátricas, que abarcan
áreas como urgencias, neurología o endocrinología, entre otras. Este reconocimiento
es una vía indispensable para mejorar la calidad de la atención pediátrica y
garantizar que todos los menores reciban el tratamiento adecuado según sus
necesidades específicas.

Un futuro saludable para nuestros niños

Proteger la salud mental de los niños y adolescentes es una
prioridad. Juntos, debemos trabajar por una infancia y adolescencia
más saludable, tanto física como mentalmente. Instamos a las
autoridades sanitarias, a los gestores de los servicios de salud,
educativos y sociales y a la sociedad en su conjunto, a apoyar esta
causa y a proporcionar los recursos necesarios para construir un
futuro saludable para nuestras próximas generaciones.

Porque construir futuros
saludables depende de todos.

Hacemos un llamamiento a establecer alianzas con entidades del
ámbito educativo y social para implementar programas de apoyo
y formación que acompañen y guíen a las familias. Es fundamental
fortalecer la comunicación entre profesionales de salud, familias y estas
entidades, creando un entorno de confianza que permita a los padres
identificar problemas y actuar de manera temprana.