Informe sobre las migraciones en el mundo 2020
La OIM lleva publicando este tipo de informes desde el año 2000. El Informe sobre las Migraciones en el Mundo 2020, es el décimo de la serie y fue producido con el objetivo de fomentar una mayor comprensión de la migración en todo el mundo. Esta nueva edición presenta datos e información fundamentales sobre la migración, y capítulos temáticos sobre cuestiones de migración de interés actual.
La inmensa mayoría de las personas siguen viviendo en los países en que nacieron —solo una de cada 30 personas.
Generalmente, cuando se aborda el tema de la migración, el punto de partida son las cifras. Si comprendemos los cambios de escala, las tendencias emergentes y la evolución de las variables demográficas que traen consigo las transformaciones sociales y económicas mundiales causadas por fenómenos como la migración, entenderemos mejor los cambios del mundo en que vivimos y podremos planificar mejor el futuro. Según la estimación más reciente, en 2020 había en el mundo aproximadamente 281 millones de migrantes internacionales, una cifra equivalente al 3,6% de la población mundial.
Globalmente, el número estimado de migrantes internacionales ha aumentado en las últimas cinco décadas. El total estimado de 281 millones de personas que vivían en un país distinto de su país natal en 2020 es superior en 128 millones a la cifra de 1990 y triplica con creces la de 1970.
En 2020
281millones de migrantes
3,60% de la población
Lo primero que es importante señalar es que el 3.6% de la población mundial es una minoría muy pequeña de la población del mundo, lo que significa que permanecer en el país natal sigue siendo la norma casi universal. La gran mayoría de las personas que migran no cruzan fronteras internacionales, sino que permanecen dentro de sus países (se ha estimado que en 2009 había 740 millones de migrantes internos)
Dicho esto, el aumento de los migrantes internacionales a lo largo del tiempo —tanto en cifras absolutas como proporcionalmente— ha sido evidente, y algo más rápido de lo que se había pronosticado.
Europa y Asia acogían a alrededor de 87 millones y 86 millones de migrantes internacionales, respectivamente, sumando el 61% de la población mundial total de migrantes internacionales.
Les seguían América del Norte, con casi 59 millones de migrantes internacionales, equivalentes al 21% de la población mundial de migrantes, África, con el 9%, América Latina y el Caribe, con el 5%, y Oceanía, con el 3%.
En relación con el tamaño de la población de cada región, en 2020 tenían las proporciones más altas de migrantes internacionales Oceanía, América del Norte y Europa, con un 22%, un 16% y un 12% de la población total, respectivamente. La proporción de migrantes internacionales era relativamente pequeña en Asia y África (1,8% y 1,9%, respectivamente) y en América Latina y el Caribe (2,3%).
Sin embargo, el crecimiento más marcado entre 2000 y 2020 se registró en Asia, con un aumento del 74% (alrededor de 37 millones de personas, en cifras absolutas). Europa experimentó el segundo crecimiento más alto durante este período, con un aumento de 30 millones en el número de migrantes internacionales, seguida de América del Norte (18 millones) y África (10 millones).
La proporción de migrantes internacionales varía considerablemente entre las distintas partes del mundo.
La gran mayoría de las personas que migran no cruzan fronteras internacionales, sino que permanecen dentro de sus países (se ha estimado que en 2009 había 740 millones de migrantes internos). Dicho esto, el aumento de los migrantes internacionales a lo largo del tiempo – tanto en cifras absolutas como proporcionalmente – ha sido evidente, y algo más rápido de lo que se había pronosticado
Aunque solo una pequeña proporción de la población mundial son migrantes internacionales (3,6%), aún una variación amplia existe al nivel de país. En algunos países, como los Emiratos Árabes Unidos, más del 88% de la población son migrantes internacionales.
Una multitud de factores han moldeado los “corredores” migratorios a lo largo de los años.
Los datos recabados a lo largo del tiempo ilustran que la migración internacional no es uniforme en todo el mundo, sino que responde a factores económicos, geográficos, demográficos y de otra índole que conforman claros patrones de migración, como los “corredores” migratorios establecidos a lo largo de los años.
Los corredores migratorios representan una acumulación de movimientos migratorios a lo largo del tiempo y ofrecen una instantánea de la evolución de los patrones migratorios que ha llevado a la existencia de grandes poblaciones de personas nacidas en el extranjero en un determinado país de destino.
En esta visualización, el corredor migratorio se ha representado como líneas con tamaños ajustados según el número de inmigrantes del país (a la izquierda) que residían en el país (a la derecha) en 2020.
Más del 40% de todos los migrantes internacionales del mundo en 2020 (115 millones) habían nacido en Asia, en su mayoría en la India (el principal país de origen), China, Bangladesh, Pakistán, Filipinas y Afganistán. México ocupaba el segundo lugar entre los países de origen, y la Federación de Rusia, el tercero. Varios otros países europeos, como Ucrania, Polonia, el Reino Unido, Rumania y Alemania, tenían un número considerable de emigrantes.
Los Estados Unidos de América han sido el principal destino de los migrantes internacionales desde 1970. Desde entonces, el número de personas nacidas en el extranjero que residen en el país se ha cuadruplicado con creces, pasando de menos de 12 millones en 1970 a cerca de 51 millones en 2020. Alemania, que ocupa el segundo lugar entre los países de destino de los migrantes, también ha experimentado un aumento a lo largo de los años, de 9 millones en 2000 a casi 16 millones en 2020.
Los principales corredores llevan generalmente de países en desarrollo a economías más grandes como las de los Estados Unidos de América, Francia, la Federación de Rusia, los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí. Aquí se presentan los 20 corredores migratorios.
Examina los orígenes y destinaciones de estos corredores migratorios.
Los datos existentes indican un aumento global de las remesas en los últimos decenios, de los 126.000 millones de dólares de los Estados Unidos de 2000 a 717.000 millones de dólares de los Estados Unidos en 2019.
Las remesas son transferencias de dinero o en especie que los migrantes hacen directamente a sus familias o comunidades en los países de origen.
El Banco Mundial compila datos mundiales sobre las remesas internacionales, pese a las innumerables lagunas en los datos, diferencias en las definiciones y cuestiones metodológicas que dificultan la elaboración de estadísticas exactas. Sin embargo, sus datos no captan los flujos no registrados que tienen lugar por cauces formales e informales, por lo que es probable que la magnitud real de las remesas mundiales sea superior a las estimaciones disponibles.
En 2019, la India, China, México, Filipinas y Francia fueron (en orden descendente) los cinco principales países de destino de las remesas, aunque la India y China se situaron muy por encima de los demás, con entradas superiores a 67.000 millones de dólares de los Estados Unidos cada una.
Los países de ingreso alto son casi sin excepción los principales lugares de procedencia de las remesas. Por decenios, los Estados Unidos de América han ocupado sistemáticamente el primer lugar entre los países de origen de remesas, y en 2019 tuvieron una salida total de 71.6 millones de dólares de los Estados Unidos, seguidos de los Emiratos Árabes Unidos (45 millones de dólares de los Estados Unidos), Arabia Saudí (31.2 millones de dólares de los Estados Unidos), Suiza (28.2 millones de dólares de los Estados Unidos) y Alemania (24.1 millones de dólares de los Estados Unidos).
Migración y desarrollo: las remesas ayudan a cerrar la brecha entre los sectores de ingreso mediano y más bajo de la sociedad
Uno de los ámbitos más persistentes en los estudios académicos de los últimos tiempos ha sido la relación entre la migración y el desarrollo, un campo muy estimulado por el debate en la comunidad internacional. El elemento central de estos estudios siguen siendo las remesas, tanto los efectos que producen como la propensión de los migrantes a enviarlas. El estudio de Koff se centró en la filantropía de la diáspora, mientras que Petreski, Petreski y Tumanoska examinaron los efectos de las remesas en la vulnerabilidad de los hogares. Urama y otros estudiaron las repercusiones de las remesas en la oferta de mano de obra del país de origen; Akcay y Karasoy vincularon las remesas con la ingesta calórica; Arouri y Nguyen hallaron una fuerte conexión con la reducción de la pobreza; Kumar y otros observaron una estrecha correlación con el crecimiento económico a largo plazo; Valatheeswaran y Khan señalaron los efectos positivos en la educación de los niños dejados atrás; y Agwu, Yuni y Anochiwa llegaron a la conclusión de que las remesas ayudaban a cerrar la brecha entre los sectores de ingreso mediano y más bajo de la sociedad
El Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular y el Pacto Mundial sobre los Refugiados.
Es mucho lo que ha ocurrido en el ámbito de la migración en los dos años transcurridos desde la publicación del Informe sobre las Migraciones en el Mundo 2018 a finales de 2017. El mundo ha sido testigo de un cambio histórico a nivel mundial, en que los Estados Miembros de las Naciones Unidas han aunado fuerzas para concertar dos pactos mundiales sobre las manifestaciones internacionales de la migración y el desplazamiento: el Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular y el Pacto Mundial sobre los Refugiados. La finalización de los pactos fue fruto de decenios de esfuerzos desplegados por Estados, organizaciones internacionales, organizaciones de la sociedad civil y otras entidades (como las organizaciones del sector privado) para mejorar la gobernanza de la migración a nivel internacional.
Aunque el Pacto Mundial para la Migración no obliga jurídicamente a los Estados, puede interpretarse
como un “compromiso político” que crea la expectativa de un cumplimiento75. El Pacto es el primer
acuerdo intergubernamental negociado a nivel mundial, y preludia un avance importante en la cooperación
internacional.Las negociaciones estuvieron precedidas de una serie de consultas temáticas y de un estudio de
evaluación que, en muchos sentidos, fueron parecidos a los diálogos, reuniones y otros eventos regionales e
internacionales sobre la migración internacional celebrados en los últimos años. Pero la fase de negociaciones
intergubernamentales fue una primicia: por primera vez los Estados se sentaron a negociar y acordar un texto
específico sobre la migración internacional.La importancia de ello es inestimable: las negociaciones tuvieron lugar en un ambiente cada vez más cargado de discursos políticos tóxicos, que en algunos casos llegaron a tergiversar los principales datos sobre la migración, confundiendo y frustrando a las personas preocupadas por el impacto de una migración, al parecer, incontrolada en sus vidas y en el futuro de sus comunidades.
En los años que precedieron al compromiso de los Estados de elaborar los pactos, numerosos diálogos, talleres, consultas y actos paralelos a nivel internacional, regional, nacional y local permitieron dar a conocer las diferentes “realidades” de la migración y ampliar las numerosas esferas de interés común mediante una comprensión más profunda de los beneficios que reporta la migración y de los retos que puede plantear.
Derecho internacional de los derechos humanos
• El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 1966
• El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de 1966
• La Convención sobre los Derechos del Niño de 1989
• La Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios y de Sus Familiares de 1990
Derecho internacional del trabajo
• El Convenio sobre los Trabajadores Migrantes (Revisado), 1949 (núm. 97)
• El Convenio sobre los Trabajadores Migrantes (Disposiciones Complementarias), 1975 (núm. 143)
Si bien estos tratados solo son jurídicamente vinculantes para los Estados que los han ratificado, los dos Pactos de 1966 han sido ratificados ya prácticamente por todos los Estados. Además, algunos de los derechos que figuran a continuación gozan de reconocimiento general como parte del derecho internacional consuetudinario.
Marco jurídico para la inclusión.
- principio de no discriminación.
- derecho del niño a adquirir una nacionalidad.
- derecho de voto de los nacionales, y posibilidad del Estado de hacerlo extensivo a los migrantes regulares.
- derecho al respeto de la vida familiar, derecho del niño a no ser separado de sus padres, reunicación familiar, principio del interés superior del niño.
- derecho a trabajar y a condiciones de trabajo decentes, prohibición del trabajo forzoso/obligatorio, libertad de asociación, derecho a fundar sindicatos y a aliarse a ellos.
- derecho a la salud.
- derecho a un nivel de vida adecuado (por ejemplo, a una vivienda).
- libertad de religión.
- derecho a la educación.
Por consiguiente, son jurídicamente vinculantes para todos los Estados, ya sea que hayan o no ratificado determinados tratados o convenciones. Esos derechos consuetudinarios comprenden, en particular, el pilar fundamental de la inclusión de los migrantes: el principio de no discriminación, que defiende los derechos de todas las personas, también de los migrantes, al prohibir su anulación o menoscabo por motivos de “raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social”, incluida la situación migratoria.
México es, con diferencia, el principal país de emigración de América Latina y el Caribe
En 2019, vivían en el extranjero alrededor de 12 millones de mexicanos. México es también el segundo mayor país de origen de migrantes del mundo, después de la India. La mayoría de los emigrantes mexicanos viven en los Estados Unidos de América, constituyendo el que sigue siendo el principal corredor migratorio de país a país de todo el mundo . Muchos otros países centroamericanos —como El Salvador, Guatemala y Honduras— también tienen grandes poblaciones de migrantes en los Estados Unidos de América, al igual que países de América del Sur como Colombia, el Ecuador, el Brasil y el Perú.
Además, grandes poblaciones de migrantes sudamericanos residen en otras partes de la región. Colombia y la República Bolivariana de Venezuela tenían la segunda y la tercera cifra más alta de emigrantes de la región en 2019 (2,9 millones y 2,5 millones, respectivamente). Alrededor de 1 millón de venezolanos vivían en Colombia, a raíz del reciente desplazamiento transfronterizo desde la República Bolivariana de Venezuela.
En 2019, la Argentina albergaba a la mayor población de personas nacidas en el extranjero de la región (más de 2 millones de migrantes), principalmente de países vecinos como el Paraguay y el Estado Plurinacional de Bolivia.
La República Bolivariana de Venezuela tenía la siguiente mayor población de migrantes, seguida de Colombia y México. En 2019, se encontraban en México más de 760.000 migrantes nacidos en los Estados Unidos de América. De los 20 países con las mayores cifras de migrantes de la región, Costa Rica tenía la mayor proporción de inmigrantes en relación con su población total (8%), debido a la migración de larga data desde la vecina Nicaragua. Otros países de la región no incluidos en los 20 primeros tenían mayores poblaciones de migrantes como proporción de la población total, por ejemplo Belice, con el 15%
Muertes de migrantes y Proyecto sobre Migrantes Desaparecidos de la OIM
Imágen correspondiente a la exposición que realizó Open Arms en la universidad Pompeu Fabra, sobre el salvamento de náufragos en el Mediterráneo Central.
Tras los trágicos acontecimientos de octubre de 2013, en que se estima que perdieron la vida 368 migrantes al hundirse dos embarcaciones cerca de la isla italiana de Lampedusa, la OIM comenzó a reunir y compilar información sobre los migrantes que perecen o desaparecen en las rutas migratorias de todo el mundo en el marco de su Proyecto sobre Migrantes Desaparecidos (PMD).
Día tras día se recopila información sobre las muertes de migrantes, que se pone a disposición pública en la base de datos en línea del Proyecto, gestionado por el Centro de Análisis de Datos Mundiales sobre la Migración, de la OIM. El Proyecto antedicho ofrece también un análisis de los datos y los temas relacionados con las muertes durante la migración en sesiones informativas y en sus informes de la serie “Travesías mortales” (cuyo volumen 4 se publicó en 2019).
Las fuentes de datos comprenden los registros oficiales de las guardias costeras y los médicos forenses, los reportajes publicados en medios de comunicación, los informes de organizaciones no gubernamentales y de organismos de las Naciones Unidas, y entrevistas con los migrantes. Las dificultades que entraña la recopilación de datos son notables.
Por ejemplo, la mayoría de las personas que pierden la vida son migrantes que viajaban por vías clandestinas, frecuentemente por mar o a través de zonas remotas (escogidas para eludir la detección), lo que significa que en muchos casos no se encuentran los restos. Pocas fuentes oficiales reúnen y publican datos sobre las muertes de migrantes.
El uso de los testimonios de otros migrantes y de fuentes periodísticas puede ser problemático, debido a las inexactitudes y a la cobertura incompleta de esa información.
En los cinco años (2014-2018) que lleva registrando sistemáticamente las muertes ocurridas durante la migración, el Proyecto Migrantes Desaparecidos ha documentado los casos de más de 30.900 mujeres, hombres y niños que perdieron la vida en el intento de llegar a otros países.
Imágen correspondiente a la exposición que realizó Open Arms en la universidad Pompeu Fabra sobre salvamentos de naúfragos en el Mediterráneo Central.
En ese período, el mar Mediterráneo se cobró el número más alto de vidas, con por lo menos 17.919 víctimas mortales; en el 64% de estos casos, no se recuperaron los restos. En 2018, el Mediterráneo siguió siendo el lugar con el mayor número de muertes conocidas durante la migración, pero, en comparación con los cuatro años anteriores, hubo una proporción muy superior de víctimas en la “ruta del Mediterráneo occidental”.
Imagen correspondiente a un naufragio en el que intervino Open Arms, como barco de salvamento.
En este cruce marítimo de África del Norte a España se registraron 813 decesos en 2018, frente a 272 en 2017. En África del Norte se documentaron cerca de 570 muertes durante la migración en 2018, causadas principalmente por el entorno natural hostil, la violencia y los abusos, las peligrosas condiciones de transporte, y las enfermedades y la inanición. A pesar de la guerra y la crisis humanitaria existentes en el Yemen, en 2018 el uso de la ruta migratoria que lleva a este país desde el Cuerno de África, a través del Mar Rojo y el golfo de Adén, siguió siendo intenso. Se sabe de 156 personas que murieron ahogadas en esta travesía en 2018. En el contexto del desplazamiento de millones de personas de la República Bolivariana de Venezuela, 42 personas de este país perdieron la vida en el intento de emigrar a otras partes de la región en 2018. El año anterior el Proyecto Migrantes Desaparecidos no había registrado la muerte de ningún venezolano durante la migración. Desde 2014 se han documentado 1.884 decesos a lo largo de la frontera entre los Estados Unidos de América y México, y 434 de ellos ocurrieron en 2018.
África.
La migración internacional dentro de la región africana ha aumentado considerablemente desde el año 2000. Y el número de migrantes africanos que viven fuera de la región se ha duplicado con creces desde 1990, con un crecimiento particularmente pronunciado en Europa. En 2019, la mayoría de los migrantes nacidos en África que vivían fuera de la región residían en Europa (10,6 millones), Asia (4,6 millones) y América del Norte (3,2 millones).
Explorar más sobre la migración: descargar el informe
Redactores Marie McAuliffe (OIM) y Binod Khadria (Universidad Jawaharlal Nehru)
Revisores de la OIM Eva Åkerman Börje, Laura Bartolini, Mariana Beheran, Elizabeth Collett,
Jill Helke, Manuel Hoff, Dina Ionesco, Michele Klein Solomon, Jobst
Kœhler, Laura Lungarotti, Chiara Milano, Daria Mokhnacheva, Mirela
Shuteriqi, Jasper Tjaden, Mariam Traore Chazalnoel y Jacqueline Weekers
Revisores académicos Maruja Asis, Jørgen Carling, Stephen Castles, Howard Duncan, Gibril
Faal, Elizabeth Ferris, Francois Gemenne, Ian Goldin, Sakiko Kanbara,
Susan Martin, Marco Pedrotti, Martin Ruhs, Nando Sigona, Ronald
Skeldon, Felicity Thomas, Anna Triandafyllidou y Cathy Zimmerman
Coordinadora de producción Valerie Hagger
Administración del proyecto Frances Solinap y Aurelie Ben Gavriel
Maquetación del informe Ramir Recinto
Equipo de investigación de la OIM Marie McAuliffe, Céline Bauloz, Adrian Kitimbo, Michelle Nguyen (parte
del proyecto), Adam Sawyer (parte del proyecto), Sophie Qu (parte del
proyecto)
Traducción Unidad de Traducción al Español de la OIM
Unidad de Traducción al Francés de la OIM
Agradecimientos
Los redactores expresan su gratitud particular a los autores de los capítulos temáticos y a todos los revisores
académicos y de la OIM que aportaron comentarios constructivos sobre los borradores de los capítulos. Están
especialmente agradecidos al Director General de la OIM, António Vitorino, y a los miembros de su equipo
de altos directivos, que respaldaron este Informe sobre las Migraciones en el Mundo, en particular a Laura
Thompson, Eugenio Ambrosi, Jill Helke, Michele Klein Solomon y Clarissa Azkoul. También desean dar las gracias
a los Gobiernos de Suiza y Alemania por sus contribuciones financieras. Se ha recibido fondos adicionales para
financiar las traducciones del Gobierno de Suiza, el Gobierno del Canadá, USA for IOM, la Oficina Regional de la
OIM para América del Sur y la Oficina Regional de la OIM para América Central, América del Norte y el Caribe.
Los redactores agradecen asimismo a las siguientes personas las contribuciones que hicieron al informe: Idil
Atak (International Journal of Migration and Border Studies), Vincent Chetail (Refugee Survey Quarterly),
Howard Duncan (International Migration), Alan Gamlen (Migration Studies), Donald Kerwin (Journal on
Migration and Human Security), Emmanuel Ma Mung y Véronique Petit (Revue Européenne des Migrations
Internationales), Anna Triandafyllidou (Journal of Immigrant and Refugee Studies), Jamie Winders, Pieter
Bevelander, Cynthia Feliciano, Filiz Garip y Matthew Hall (International Migration Review), Ross Chainey (Foro
Económico Mundial), Hannah Caddick y Amy Leach (Instituto de Desarrollo de Ultramar), Robert McMahon
(Council on Foreign Relations), Jason Naselli y Alan Philips (Chatham House), Homi Kharas, Dany Bahar y
Merrell Tuck-Primdahl (Brookings Institution).ivINFORME SOBRE LAS MIGRACIONES EN EL MUNDO 2020
Colaboradores
Capítulo 1: Síntesis del informe: Una perspectiva de la migración y la movilidad en tiempos de creciente
incertidumbre
Autores: Marie McAuliffe y Binod Khadria
Asistentes de investigación: Adrian Kitimbo y Berti Olinto
Capítulo 2: Migración y migrantes: Panorama mundial
Principales colaboradoras: Marie McAuliffe, Céline Bauloz, Michelle Nguyen y Sophie Qu
Asistentes de investigación y otros colaboradores: Juliane Klatt, Adam Sawyer, Adrian Kitimbo, Reshma
Mathews, Kate Dearden, Tristan O’Shea, Noelle Darbellay, Sarah Knight, Muhammad Rizki y Claire Galez-Davis
Capítulo 3: Migración y migrantes: Características y novedades regionales
Principales colaboradores: Marie McAuliffe, Adrian Kitimbo, Guy Abel, Adam Sawyer y Juliane Klatt
Asistentes de investigación y otros colaboradores: Berti Olinto, Reshma Mathews, Alexander Doggen, Damien
Jusselme, Alice Kimani, Lisa Lim Ah Ken, Rudi Maxwald, Kristina Mejo, Lucie Bertille Motuin, Sophie
Nonnenmacher, Sofiane Oauret, Amr Taha, Ezequiel Texido, Mariko Tomiyama, Laura Nistri, Alina Klehr y Eva
Pons
Capítulo 4: Investigación y análisis sobre la migración: Aumento, proyección y contribuciones recientes
Principales colaboradoras: Marie McAuliffe, Céline Bauloz y Michelle Nguyen
Asistentes de investigación y otros colaboradores: Marie Mundler, Idil Atak (International Journal of Migration
and Border Studies), Vincent Chetail (Refugee Survey Quarterly), Howard Duncan (International Migration),
Alan Gamlen (Migration Studies), Donald Kerwin (Journal on Migration and Human Security), Emmanuel Ma
Mung y Véronique Petit (Revue Européenne des Migrations Internationales), Anna Triandafyllidou (Journal of
Immigrant and Refugee Studies), Jamie Winders, Pieter Bevelander, Cynthia Feliciano, Filiz Garip y Matthew
Hall (International Migration Review), Ross Chainey (Foro Económico Mundial), Hannah Caddick y Amy Leach
(Instituto de Desarrollo de Ultramar), Robert McMahon (Council on Foreign Relations), Jason Naselli y Alan
Philips (Chatham House), Homi Kharas, Dany Bahar y Merrell Tuck-Primdahl (Brookings Institution)
Capítulo 5: Reflexiones sobre las contribuciones de los migrantes en una era de creciente disrupción y
desinformación
Autores: Marie McAuliffe, Adrian Kitimbo y Binod Khadria
Asistente de investigación: Michelle Nguyen
Capítulo 6: Migración, inclusión y cohesión social: Retos, novedades recientes y oportunidades
Autores: Céline Bauloz, Zana Vathi y Diego Acosta
Asistente de investigación: Michelle Nguyen
Capítulo 7: Migración y salud: Cuestiones actuales, gobernanza y lagunas en los conocimientos
Autores: Jo Vearey, Charles Hui y Kolitha Wickramage
Capítulo 8: Los niños y la migración insegura
Autores: Jacqueline Bhabha y Guy Abel
Capítulo 9: Movilidad humana y adaptación al cambio ambiental
Autores: Robert Oakes, Soumyadeep Banerjee y Koko WarnervINFORME SOBRE LAS MIGRACIONES EN EL MUNDO 2020
Capítulo 10: Migrantes atrapados en situaciones de crisis: Contextos, respuestas e innovación
Autores: Nassim Majidi, Heaven Crawley, Lorenzo Guadagno y Camille Kasavan
Asistentes de investigación: Mélissa Cornet y Thomas Yeboah
Capítulo 11: Novedades en la gobernanza mundial de la migración: Actualización del Informe sobre las
Migraciones en el Mundo 2018
Autoras: Kathleen Newland, Marie McAuliffe y Céline Baulo