GINEBRA (Suiza), 2 de marzo de 2021. ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, está preocupada por la creciente violencia en el noroeste de Nigeria que está impulsando desplazamientos hacia la vecina provincia de Maradi en Níger, dónde la violencia también está aumentando. Por temor a los grupos armados y a los enfrentamientos entre comunidades, más de 7.660 refugiados han huido de Nigeria a Maradi este año y otros 3.500 ciudadanos de Níger se han desplazado dentro del país. La mayoría de los refugiados son mujeres y niños desplazados tras los recientes ataques en el estado nigeriano de Sokoto. La región de Maradi, en el sur de Níger, alberga actualmente a cerca de 100.000 personas desplazadas, incluidos 77.000 refugiados de Nigeria que han huido de los salvajes ataques en los estados de Katsina, Sokoto y Zamfara. ACNUR reconoce la generosidad de Níger que continua concediendo asilo, a pesar de las restricciones fronterizas provocadas por la pandemia de la COVID-19. Los equipos de ACNUR en Níger han detectado un aumento de la violencia extrema dentro de la propia Maradi con más víctimas e incidentes graves en enero y febrero de 2021 que en la segunda mitad de 2020. Los refugiados describen asesinatos horrendos, secuestros para pedir rescate y aldeas arrasadas. Muchos se han visto también atrapados en enfrentamientos entre agricultores y pastores nómadas o en acciones de vigilancia, ya que, en muchas aldeas, se están creando grupos de autodefensa. Las personas que huyen necesitan con urgencia agua, alimentos, alojamiento y servicios sanitarios. La mayoría han huido con lo puesto, apremiados por salvar sus vidas. ACNUR está proporcionando protección y ayuda vital y ha ampliado las actividades de monitoreo en la frontera. Nuestros equipos también están registrando a los recién llegados para identificar a las personas vulnerables o con otras necesidades especiales. Los equipos están trabajando en estrecha colaboración con las autoridades nigerianas para realojar a los refugiados lejos de la frontera en lugares más seguros en los que hay asistencia y servicios básicos disponibles. Desde octubre de 2019, unos 11.320 refugiados han sido reubicados en otras poblaciones en las que ACNUR y sus socios han reforzado las infraestructuras de agua, salud, saneamiento y educación para los desplazados y las comunidades de acogida, con el fin de aliviar la presión sobre estas comunidades que han mostrado una increíble generosidad, pero que cuentan con medios muy limitados. Los grupos armados en las regiones del Sahel y el lago Chad han provocado una de las crisis de desplazamiento y protección de más rápido crecimiento en el mundo. Hasta la fecha, más de 3,2 millones de personas han sido desplazadas por la violencia en la cuenca del lago Chad. Los esfuerzos humanitarios de respuesta a emergencias están peligrosamente sobrecargados: la operación de ACNUR en la cuenca del lago Chad requiere 128,6 millones de dólares y solo se ha recibido el 10%de la financiación. ACNUR urge a la comunidad internacional a impulsar el apoyo a la región y ayudar a los gobiernos a erradicar las causas de estos desplazamientos forzados e impulsar el desarrollo estratégico y sostenible. Para contribuciones enlace aquí FIN
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