GINEBRA (Suiza), 17 de diciembre de 2024 - Si bien los recientes acontecimientos vienen acompañados de esperanza y de una oportunidad para la paz y la estabilidad, también ponen de relieve los inmensos desafíos a los que se enfrentan los sirios desplazados dentro del país y los refugiados en el extranjero.
La situación en Siria es fluida y está lejos de poder ser considerada estable. En las últimas tres semanas, hemos visto cómo más de 1 millón de personas se veían obligadas a huir de sus hogares, cómo miles de refugiados sirios regresaban al tiempo que otros miles de sirios huían del país.
Hay refugiados sirios que han regresado espontáneamente a Siria desde Turquía y Líbano, y un número menor desde Jordania.
Más de 7 millones de personas ya estaban desplazadas internamente dentro del país, y más del 90 por ciento de la población necesita asistencia humanitaria para sobrevivir.
ACNUR está tratando de monitorear estas situaciones y de dar respuesta allí donde sea posible, a pesar de la frágil situación de seguridad.
Aunque ACNUR espera que los recientes acontecimientos eventualmente pongan fin a la mayor crisis de desplazamiento del mundo, el cambio de régimen no significa que esta crisis humanitaria haya terminado.
Las personas sirias dentro y fuera del país aún necesitan protección y apoyo.
ACNUR publicó ayer una posición actualizada sobre los retornos a Siria, que subraya el principio de no devolución (o prohibición de retornos forzados) y el derecho de los sirios a acceder al asilo. Aunque los riesgos de protección relacionados con la persecución por parte del anterior Gobierno han disminuido, pueden persistir otros riesgos para grupos particularmente vulnerables, o aparecer nuevos riesgos.
Dada la actual incertidumbre sobre la evolución de la situación en Siria, hacemos un llamamiento a los Estados para que sean pacientes y eviten hacer evaluaciones precipitadas o tomar decisiones drásticas hasta que haya más claridad. Es importante que se mantenga la protección para aquellos que ya han encontrado refugio en países de acogida y que no sean obligados a regresar a Siria. Cualquier retorno de refugiados debe ser voluntario, y en condiciones seguras y dignas.
No debemos olvidar que los últimos 14 años han generado una catástrofe humanitaria a muchos niveles en Siria, incluyendo la destrucción de amplias zonas del país, hogares e infraestructuras.
ACNUR y sus socios están sobre el terreno en Siria, y están reanudando rápidamente los programas de asistencia y apoyo allí donde la seguridad ha mejorado. Más del 80 por ciento de nuestros centros comunitarios en todo el país están funcionando de nuevo después de una breve pausa.
También hemos logrado avances significativos en la reanudación de operaciones durante la última semana en áreas donde la situación de seguridad ha comenzado a estabilizarse, como en Alepo, Damasco, Homs y Hama. A través de nuestro socio, la Media Luna Roja Árabe Siria (SARC), también estamos restableciendo una presencia en los puntos de cruce fronterizo. Esto permite un monitoreo regular de los movimientos de entrada y salida, y nos permite interactuar con los sirios que regresan, proporcionándoles información sobre la asistencia humanitaria y el apoyo disponible en las áreas a las que pretenden regresar, incluidos los centros comunitarios financiados por ACNUR.
Además de una transición pacífica del poder, necesitamos un firme compromiso de la comunidad internacional para apoyar a los sirios con necesidades humanitarias urgentes e invertir en iniciativas de reconstrucción y recuperación y oportunidades de medios de vida que empoderen a los sirios para que sean autosuficientes y menos dependientes de la ayuda, algo que sabemos que desean desesperadamente.
En el día de hoy, ACNUR lanzó el “Plan de Preparación y Respuesta” para Siria, que pretende recaudar 310 millones de dólares para abordar las necesidades críticas de hasta 1 millón de refugiados sirios que se espera que regresen a Siria entre enero y junio de 2025 en el marco de los posibles movimientos tanto espontáneos como organizados por los gobiernos anfitriones de los países vecinos. Este llamamiento, en colaboración con otras agencias de la ONU y socios, también incluye apoyo para 200.000 miembros de la comunidad local que acogerá a los refugiados retornados, así como a las personas desplazadas internas (IDP, por sus siglas en inglés) que regresan.
ACNUR está operando en una situación muy dinámica, pero nos estamos adaptando y siendo ágiles dada nuestra nueva realidad operativa y esperamos que nuestros donantes puedan responder con la misma flexibilidad. Los recursos deben proporcionarse de la manera más flexible posible para permitir que la asistencia se brinde donde más se necesita. .
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