Black Friday, día negro para el planeta

El Black Friday es el día en el que la sociedad de consumo da el pistoletazo de salida a las compras compulsivas que caracterizan, cada vez más, al mes de diciembre. El mes del consumismo. Una mezcla de inconsciencia y empeño de las grandes marcas para que “necesitemos” cosas innecesarias. Y así hemos llegado hasta aquí. Compramos y desechamos a un ritmo demasiado rápido. Mucho más rápido de lo que este planeta puede soportar, y las consecuencias son terribles, como ha documentado Greenpeace en África a través de imágenes impactantes de playas en Ghana totalmente cubiertas de ropa usada que nunca tendrá una segunda vida o analizando los altísimos niveles de contaminación cuando esta ropa se quema como fuente de energía.

Son imágenes y datos que deberían sonrojar a las grandes empresas del sector de la moda que nos incitan a comprar sin límite y que pueden ayudar a la ciudadanía a ser conscientes de la necesidad de consumir de forma más responsable. A las grandes empresas del sector de la moda les gusta llamarlo “economía circular”. Aunque como hemos podido ver es un término más “greenwashing” que verdadero.

El seguimiento de estas prendas durante más de un año, nos ha dibujado un modelo absolutamente insostenible en el que prendas que cuestan cada vez menos y son de peor calidad, tras ser desechadas, viajan miles de kilómetros, en teoría, para tener una segunda vida que casi nunca llega.

Consecuencias climáticas, ambientales y sociales 

El Black Friday y sus precios de escándalo sólo son posibles gracias a que existen países del Sur Global cuya ciudadanía y medioambiente pagan el resto de la cuenta, en forma de condiciones precarias de trabajo y contaminación de la industria textil. Este círculo perverso y contaminante se cierra cuando esa ropa, que ya no queremos, llega a otros países también empobrecidos que sufren los impactos medioambientales y económicos del modelo tóxico del sector textil, que se aprovecha de legislaciones ambientales y protección social más laxas para hacernos pensar que podemos seguir alimentando la máquina del consumismo un nuevo Black Friday más, sin que nos duela la  conciencia. No caigas en la trampa o si lo haces, sé consciente del verdadero precio de la moda.

Residuos textiles en el desierto de Atacama, Chile. 05/11/2022 © Mauricio Bustamante / Greenpeace