Imagen de los participantes en la COP29 EL PRIMER DÍA.
Lo que somos y sentimos y pensamos los humanos reside en nuestros hemisferios cerebrales, concretamente en la neocorteza.
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La neocorteza es un tejido nervioso que solo tenemos la mayoría de los mamíferos. Por lo tanto cabe suponer que muchos mamíferos nos parecemos mucho. Pero no todos los mamíferos tienen la neocorteza, que se formó hace unos 220 millones de años.
Algunos humanos mamíferos carecen de la neocorteza, que es la que permite a los seres humanos procesar la información sensorial, controlar los movimientos y llevar a cabo funciones cognitivas superiores como el lenguaje, la planificación y el pensamiento. Antes solo había corteza olfativa, llamada paleocorteza y debajo de esa paleocorteza está el cocodrilo, es decir, el cerebro de reptil.
Así que he llegado a la conclusión de que algunos humanos mamíferos llevan un retraso de 220 millones de años. Tal vez, algún día se les desarrolle la neocorteza. El cerebro de reptil, el del cocodrilo, les permite regular el comportamiento instintivo. De él dependen movimientos como la lucha o la huida. Son esos humanos a los que solemos llamar castañas pilongas, porque en lugar de cerebro tienen una castaña que se asemeja mucho a ese órgano, pero solo sirve para dar sabor a algunos guisos.
Algunos componentes de la COP29 en plena huida.
Y al leer este libro "La conciencia contada por un sapiens a un neandertal", de Juan José Millás y Juan Luis Arsuaga caí en la cuenta de que podía identificar a esos mamíferos humanos carentes de neocorteza observando el comportamiento de Milei, de Trump o de Meloni, y de todos sus seguidores, siempre preparados para la lucha y para la huida. Con lo que se llega a la conclusión, al menos yo llego a esa conclusión, que el mundo está regido por humanos mamíferos con cerebro de reptil, dispuestos a tragarse a sus víctimas, partirlas en dos o tres trozos y digerirlas durante horas.
Argentina huye de la COP29, la subsecretaria de Ambiente de Argentina, Ana Lamas, confirma que el país no participará en las negociaciones climáticas de Bakú, es decir, Milei ha dado orden de huir, de escapar del compromiso de salvar el planeta a costa de sus bolsillos y de los bolsillos de aquellos a los que representa, las grandes multinacionales norteamericanas, a favor de los combustibles fósiles. Las emisiones de dióxido de carbono alcanzan un nuevo máximo global en 2024, si persisten los niveles actuales de emisiones de CO2, hay un 50% de posibilidades de superar los 1,5 ºC de calentamiento de forma constante en tan solo seis años, según una nueva edición del informe 'Global Carbon Budget 2024'.
Asimismo, Milei, carente de neocorteza, actua por instinto depredador y acaba con cientos de miles de ciudadanos pensionistas ARGENTINOS y con su único medio de vida, llegados a la vejez. Milei les ha robado el fondo de pensiones de 90.000 millones de euros y no permite la subida de las pensiones que por ley les corresponde. Los condena a la inanición y a la muerte, como a los palestinos de Gaza, Cisjordania y el Líbano, les están condenando otros especímenes carentes de neocorteza, con un cerebro de reptil, preparados para la lucha y la huida, los sionistas, encabezados por Netanyahu.
Escribe Roxana Kreimer en el Viejo Topo, en un artículo titulado "Milei, la derecha despeinada," que el jurista y ex juez de la Corte Suprema de Justicia argentina Eugenio Zaffaroni se pregunta cómo es posible que en Argentina obtenga tantos votos un candidato como el economista Javier Milei, que propone vender órganos humanos, acabar con la enseñanza y la salud públicas, también con la investigación científica, suprimir los subsidios, acabar con la moneda argentina, destruir el Banco Central y volver al negociado de jubilaciones privadas. Y contra todo consenso científico, también niega que el cambio climático esté vinculado con la acción humana, pues esto implicaría reconocer las "externalidades negativas" del sistema económico que él tanto venera, el anarcocapitalismo.
Milei también se posicionó en contra de un proyecto de ley que buscaba ampliar la detección intrauterina de cardiopatías a fin de reducir los fallecimientos de recién nacidos. "Implica más presencia del Estado interfiriendo en la vida de los individuos y, además, implica más gasto", afirmó. Y si tu hijo o tu hija nace enfermo quizá puedas venderlo sin decirle al comprador que le queda poco de vida. Serían las ventajas del mercado de niños ("un mercado libre no regulado por el Estado"). "Y si tu hijo se muere antes de venderlo existe el mercado de órganos. ¿Cuántas personas mueren al año en Argentina? Todos son potenciales donantes". Busquemos mecanismos de mercado para resolver estos problemillas..., dijo Milei, en uno de sus mejores días, a tope de anfetas o vete a saber tú qué toman los carentes de neocorteza y que solo han alcanzado el nivel de cerebro de reptil.
Al día siguiente, Milei, recuperado del cuelgue, apuntó que si una persona se siente ahogado por las deudas puede tranquilamente vender sus órganos. "Es una decisión de cada uno. A ver ¿por qué no puedo decidir sobre mi cuerpo?". "Es mi cuerpo, yo decido". "Cada uno puede hacer con su vida lo que se le dé la gana.". Todo está permitido mientras sea susceptible de convertirse en negocio o, en su defecto, sirva para generar valor económico. Milei reconoce cuál es la alternativa a ser explotado en el mercado laboral: "Puedes elegir morirte de hambre".
Yo le sugeriría a los componentes del mercado laboral y a sus parejas que no tuvieran hijos, así el mercado laboral estaría compuesto por máquinas y robots que los 80 grandes milmillonarios crearían para que les sirvieran. Dado que todos los humanos habrían fallecido por inanición, no quedaría nadie para trabajar ni tan solo en una cadena de montaje de robots, pero claro la cadena de montaje podría estar compuesta también de robots que en cadena construirían a otros robots y así sucesivamente. Los 80 milmillonarios se reproducirían entre ellos y perpetuarían la especie milmillonaria, que en un futuro no muy lejano podrían viajar a Andrómeda, colonizarla y quedarse allí si les da la gana.
Imagen de los componentes de la COP29 EL SEGUNDO DÍA.
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