COP29: lo que necesitas saber sobre la Cumbre de Cambio Climático
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Mientras seguimos conmocionados tras el paso de la devastadora DANA que ha causado centenares de fallecimientos y terribles daños materiales, el mundo continúa sufriendo los peores efectos del cambio climático, acercándonos cada vez más al límite de calentamiento global establecido en el Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a 1,5 °C.
En este contexto, la próxima cumbre del clima, donde los líderes mundiales se reúnen del lunes 11 al viernes 22 de noviembre de 2024 en Bakú, Azerbaiyán (otro país con intereses en combustibles fósiles), cobra especial importancia. Los líderes reunidos allí deberán responder con valentía a otro año de temperaturas récord y al aumento de las emisiones, obligando a la industria fósil, principal responsable de la crisis climática, a abandonar el gas, el carbón y el petróleo y a pagar por el daño causado.
¿Qué es la COP29?
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, conocida como «COP» (acrónimo de Conferencia de las Partes), se celebra cada año en una ciudad diferente desde 1995. Ministros y jefes de Estado de todo el mundo asisten junto con representantes de ONGs, empresas, grupos religiosos, científicos y otros grupos interesados, como pueblos indígenas y comunidades locales. Greenpeace estará presente con un grupo que incluye a activistas junto con personas expertas en políticas y científicas, para ser testigos de las negociaciones y asegurándonos de que las personas que negocian los acuerdos escuchan a la ciudadanía.
Aunque el objetivo final es la colaboración global para combatir el cambio climático, cada COP se centra en diferentes temáticas, y el país anfitrión marca el tono y la dirección. La COP29 es una “COP sobre financiación”, donde se debe llegar a un acuerdo para asegurar un nuevo objetivo de financiación climática, conocido como el Nuevo Objetivo Colectivo Cuantificado (NCQG, por sus siglas en inglés).
La COP28, la COP climática más reciente, se celebró el año pasado en Dubai convocando a más de 100.000 delegados y más de 150 jefes de Estado. Tras unas arduas negociaciones durante dos semanas, el acuerdo final reconoció la necesidad de una transición para abandonar (dejar atrás) los combustibles fósiles. Aunque aún queda mucho por hacer para verdaderamente poner fin a la era del carbón, el petróleo y el gas.
¿Por qué es importante la COP29?
El año pasado, el planeta sufrió un empeoramiento de los efectos del cambio climático, desde huracanes hasta olas de calor, sequías, incendios e inundaciones. Los fenómenos meteorológicos extremos están devastando comunidades, hogares y costando vidas; la acción mundial nunca ha sido más necesaria.
Para aumentar la urgencia, el primer Balance Global –un informe sobre el progreso climático presentado en la COP28– concluyó que las emisiones globales de gases de efecto invernadero deben reducirse un 43 % para 2030 y un 60 % para 2035 para encaminarnos hacia un clima más seguro.
Un reciente informe del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente sobre la brecha de emisiones y cifras de la Agencia Internacional de la Energía también subrayan que nos hemos quedado muy atrás en los esfuerzos por alcanzar el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a 1,5 °C. Es evidente que necesitamos acciones reales y firmes en la COP29.
En la COP29, Greenpeace pide:
- Un nuevo Objetivo de Financiación Climática, el NCQG, que aumente significativamente la financiación pública para los países del sur global y que incorpore el principio de “quien contamina, paga”.
- Implementación del acuerdo de la COP28 para abandonar los combustibles fósiles, describiendo cómo los próximos planes climáticos nacionales para 2030 y 2035 deben incluir planes, calendarios y políticas de eliminación gradual de los combustibles fósiles en consonancia con el objetivo del 1,5 °C.
- Garantizar que las políticas de compensación y de mercados de carbono protejan y restauren los ecosistemas con alta densidad de carbono, y no sean perjudiciales para los ecosistemas y la población local.
En los próximos años se necesitan en todo el mundo billones de euros para financiar la lucha contra el cambio climático. En la COP29 se tomarán decisiones cruciales para abordar los crecientes costes de no actuar con la suficiente rapidez en materia climática.
¿Y quién debería pagar?
Aquellos con la mayor responsabilidad por causar la crisis climática, empezando por la industria de los combustibles fósiles. Es hora de que paguen por el daño y la destrucción que causan.
Hay mucho trabajo por hacer a medida que se intensifica la crisis climática, pero el poder popular, que se ha fortalecido cada año y ha hecho que su presencia sea fundamental, volverá a la COP29 con más fuerza, más determinación y más voz.