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El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas.
¿Sabías que el planeta produce suficientes alimentos para todos? Sin embargo, 690 millones de personas se van a la cama con el estómago vacío cada día. Nosotros creemos que ninguna madre o padre en el mundo debería tener problemas para dar de comer a sus hijos.
El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas es la organización humanitaria más grande del mundo, que salva vidas en emergencias y da asistencia alimentaria para construir un camino hacia la paz, la estabilidad y la prosperidad de poblaciones que se están recuperando de conflictos y desastres y del impacto del cambio climático.
En un mundo de abundancia, donde se producen suficientes alimentos para alimentar a todo el planeta, el hambre debería ser cosa del pasado. Sin embargo, los conflictos, el cambio climático, los desastres, la desigualdad y, más recientemente, la pandemia de la COVID-19 significan que una de cada nueve personas en todo el mundo todavía se acuesta con hambre y que la hambruna acecha a millones.
Impulsado por la pasión, la dedicación y el profesionalismo de nuestros 20 mil funcionarios en todo el mundo, el Programa Mundial de Alimentos (WFP, por sus siglas en inglés) trabaja en 117 países y territorios para llevar alimentos que salvan vidas a las personas desplazadas por los conflictos y empobrecidas por los desastres, y para ayudar a las personas y las comunidades a encontrar soluciones que les cambiarán la vida frente a los desafíos que se les presentan mientras crean futuros mejores.
Trabajamos para mejorar la nutrición de mujeres y niños, ayudar a los pequeños agricultores a mejorar la productividad y reducir las pérdidas, ayudar a los países y las comunidades a prepararse y hacer frente a las crisis climáticas, e impulsar el capital humano a través de programas de alimentación escolar.
En situaciones de conflicto, brindamos alivio a las poblaciones exhaustas y utilizamos la asistencia alimentaria para construir caminos hacia la paz y la estabilidad, trabajo por el cual el WFP recibió el Premio Nobel de la Paz en 2020.
Para millones de personas en todo el mundo, la asistencia del WFP es lo que marca la diferencia entre la vida y la muerte. Nuestra intervención oportuna en momentos de crisis graves ha ayudado a sacar a la gente del riesgo de pasar hambre. Nuestro trabajo para generar resiliencia, adaptarnos a un clima cambiante, promover una buena nutrición y mejorar los sistemas alimentarios ayuda a sentar las bases de un futuro más próspero para millones de personas.
Como miembro de la familia de las Naciones Unidas, el WFP está gobernado por una Junta Ejecutiva compuesta por 36 estados miembros, que proporciona apoyo, dirección y supervisión intergubernamentales de las actividades del WFP. La organización está dirigida por un Director Ejecutivo, designado de manera conjunta por el Secretario General de las Naciones Unidas y el Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
Alimentar a millones de las personas más hambrientas del mundo y ayudar a millones más a enfrentarse a los efectos de los conflictos, el cambio climático y la pobreza arraigada requiere miles de millones de dólares cada año. Nuestro requisito de financiación para el 2021 es de 15 mil millones de dólares.
Nuestras operaciones se financian en su totalidad a través de las generosas contribuciones voluntarias de gobiernos, instituciones, corporaciones e individuos donantes. Un total del 93,5 % de todas las contribuciones gubernamentales se destina de forma directa a respaldar operaciones que salvan y cambian vidas.
La Agenda 2030 establece con claridad que el desarrollo sostenible solo será posible a través de asociaciones efectivas. Fiel a su espíritu, el WFP trabaja con gobiernos, otras agencias de la ONU, ONG, empresas privadas y otros participantes para movilizar recursos, encontrar soluciones innovadoras y llegar a las comunidades vulnerables con la asistencia que necesitan, cuando la necesitan.
El WFP se mantiene a sí mismo y a su personal con los estándares más altos de integridad y comportamiento. Estamos comprometidos con la total transparencia y responsabilidad con las personas a las que servimos y con los donantes que financian generosamente nuestras operaciones.
Realizamos auditorías objetivas e independientes, así como investigaciones e inspecciones sobre presuntas irregularidades, conductas indebidas y fraudes, como explotación o abuso sexual.
Para asegurarnos de que estamos en condiciones de cumplir con nuestro propósito, y de seguir estándolo en un entorno en constante y rápido cambio, llevamos a cabo evaluaciones independientes con periodicidad que brindan a los donantes y socios mayores detalles sobre la efectividad, eficiencia, relevancia, impacto y sostenibilidad de nuestro trabajo, y eso nos ayuda a seguir mejorando.
Lucha contra la hambruna