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Diumenge, 01 Setembre 2024

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 acnur ucrania un mes despues de la invasion

Un pare s'acomiada de la seva família en l'estació d'autobusos de Leópolis, en l'oest d'Ucraïna, perquè puguin posar-se fora de perill. © ACNUR/Valerio Muscella


 

 

Ucraïna: Un mes després de l'inici de la guerra, gairebé una quarta part de la població s'ha vist desplaçada.

 

Declaracions de Karolina Lindholm Billing, representant d'ACNUR a Ucraïna, des de Leòpolis.

En el último mes, todo ha cambiado para Ucrania. Apenas dos semanas antes del inicio de la guerra, pasé una semana en el este de Ucrania con el Director nacional del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), para inaugurar y visitar centros comunitarios para niños con discapacidad y personas mayores en Avdiika y Popasna. Es probable que estos centros se hallen ahora convertidos en escombros, como tantas otras casas y estructuras sociales que los socios humanitarios y de desarrollo han ayudado a levantar y reparar en los últimos ocho años, trabajando con las autoridades y las comunidades locales del este de Ucrania.

El mes pasado ha revertido estos progresos y nos ha hecho retroceder más allá de donde estábamos hace ocho años. Hoy nos enfrentamos a la realidad de una crisis humanitaria masiva que crece por momentos.

No se puede subestimar la gravedad de la situación.

De la noche a la mañana, se han destrozado vidas y se han desgarrado familias. En un mes, más de 10 millones de personas se han visto obligadas a huir para salvar sus vidas, abandonando sus hogares y pertenencias. Más de 6,5 millones están desplazadas dentro de Ucrania y más de 3,7 millones se han visto obligadas a huir del país. Estas cifras aumentan cada día. Se calcula que unos 13 millones de personas están atrapadas en las zonas afectadas o no pueden salir debido al aumento de los riesgos de seguridad, la destrucción de puentes y carreteras, así como la falta de recursos o información sobre dónde encontrar seguridad y alojamiento.

En la actualidad, millones de personas en Ucrania viven en constante temor. Los bombardeos indiscriminados y los intensos ataques obligan a la gente a refugiarse en búnkeres durante horas, día y noche.

Lo mismo ocurre con los colegas de ACNUR en Ucrania, que ahora trabajan desde las oficinas recién establecidas en Dnipró y Vínnytsia, Úzhgorod, Chernivtsí y Leópolis, así como en las zonas no controladas por el gobierno de Donetsk y Lugansk. Muchos miembros del personal nacional de ACNUR se han convertido a su vez ellos mismos en desplazados internos. Para varios de ellos, esta es la segunda o tercera vez desde 2014. A pesar de ello, no han dejado de trabajar. Ver su dedicación para ayudar a otras personas desplazadas ha sido una verdadera fuente de inspiración.

En el país, tenemos ahora 154 compañeros de ACNUR, varios en despliegues de emergencia, y seguimos creciendo para reforzar nuestra capacidad de acción. Todo el mundo está trabajando sin descanso. Las comunidades locales, los voluntarios, los municipios y las autoridades han liderado la respuesta humanitaria. Desde el primer minuto de esta guerra, lo que hemos visto en términos de esfuerzo local ha sido realmente notable, y nuestro objetivo es reforzar y complementar la capacidad nacional y local, algo cada vez más necesario a medida que se agrava la crisis humanitaria.

En Ucrania, la Agencia de la ONU para los Refugiados opera dentro de la respuesta humanitaria interinstitucional, bajo la dirección del Coordinador de Crisis de la ONU. Centramos nuestros esfuerzos en los ámbitos de la protección, el refugio y la asistencia en efectivo y en especie, a fin de proporcionar ayuda inmediata a quienes huyen de la guerra. Ayudamos a los desplazados a encontrar estabilidad y a establecerse en un lugar más seguro mientras la situación sigue cambiando por momentos y el futuro se torna imprevisible.

Los equipos de ACNUR y nuestras ONG locales asociadas se han desplegado en los puntos fronterizos, en los centros de tránsito y de acogida. También hemos conseguido llegar a las zonas directamente afectadas por los bombardeos para proporcionar asesoramiento inmediato en materia de protección y para distribuir artículos de primera necesidad.

En las zonas afectadas por los combates, más de 1.000 hogares han recibido materiales para refugio de emergencia para que puedan hacer las reparaciones necesarias en sus casas dañadas y protegerse de los elementos. Los centros de acogida en la región del centro y el oeste de Ucrania han sido dotados de artículos de primera necesidad como colchones, mantas y utensilios de cocina, lo que les ha permitido ampliar su capacidad para acoger a los desplazados internos. Gracias a esta ayuda, al menos 85.000 personas pueden beneficiarse de un alojamiento temporal. Sólo esta semana, ACNUR ha entregado 20.000 paquetes de artículos de ayuda humanitaria para las personas afectadas y a los centros de acogida. Es evidente que esto no es suficiente para atender todas las necesidades, pero estamos aprovechando cualquier ocasión para tratar de llegar con nuestra ayuda a las personas que lo necesitan. Junto con las autoridades locales de las localidades que acogen a los desplazados internos, estamos identificando edificios para rehabilitarlos y reutilizarlos como centros de acogida y centros comunitarios, ya que las necesidades de alojamiento son enormes. No se trata sólo de proporcionar alojamiento inmediato; es evidente que cientos de miles o millones, de desplazados internos necesitarán ayuda para la vivienda a medio y largo plazo.

La semana pasada, en Vínnytsia, conocí a una madre con una hija de 20 años con discapacidad que se alojaba en uno de los centros de acogida que ACNUR ha apoyado. Su apartamento, en las afueras de Kiev, había sido objeto de un ataque. Me quedó claro que no iban a poder salir de ese centro a corto plazo. Ellas, al igual que otras familias vulnerables con las que hablé en el mismo centro de recepción, necesitarán alojamiento en un centro colectivo o en una vivienda social durante meses o años.

Nuestros equipos están trabajando para llevar a cabo nuestros programas de protección, refugio y asistencia no sólo en el oeste del país, sino también -en la medida de lo posible- en el centro y el este de Ucrania para garantizar el acceso al alojamiento y a los servicios vitales. Hemos empezado a poner en marcha nuestro programa de asistencia económica en efectivo en las provincias de Leópolis y Zakarpatia, y hasta la fecha hemos inscrito a miles de personas. En los próximos días se producirán nuevas inscripciones en otras seis provincias del centro y el este de Ucrania. En total, nuestro objetivo es llegar al menos a 360.000 desplazados para ayudarles a cubrir sus necesidades básicas.

Al mismo tiempo, seguimos haciendo lo posible por llegar a las zonas más afectadas, como Mariúpol y Járkiv, con asistencia humanitaria de emergencia en el marco de los convoyes humanitarios que gestionamos de forma conjunta entre varias agencias. ACNUR participó en ese primer convoy que entró en Sumy la semana pasada en el marco del sistema de notificación humanitaria.

Sin embargo, está claro que las personas, las familias y las comunidades necesitarán protección, refugio, asistencia y acceso a servicios básicos como la salud, la educación y la protección social durante años, si no décadas. Los efectos de esta guerra son devastadores y de gran alcance.

La forma más eficaz de ayuda humanitaria sería el cese de esta guerra. Mientras tanto, debemos seguir haciendo todo lo posible para apoyar a todas las personas afectadas.

En l'últim mes, tot ha canviat per a Ucraïna. A penes dues setmanes abans de l'inici de la guerra, vaig passar una setmana en l'est d'Ucraïna amb el Director nacional del Programa de les Nacions Unides per al Desenvolupament (PNUD), per a inaugurar i visitar centres comunitaris per a nens amb discapacitat i persones majors en Avdiika i Popasna. És probable que aquests centres es trobin ara convertits en enderrocs, com tantes altres cases i estructures socials que els socis humanitaris i de desenvolupament han ajudat a aixecar i reparar en els últims vuit anys, treballant amb les autoritats i les comunitats locals de l'est d'Ucraïna.

El mes passat ha revertit aquests progressos i ens ha fet retrocedir més enllà d'on estàvem fa vuit anys. Avui ens enfrontem a la realitat d'una crisi humanitària massiva que creix per moments. No es pot subestimar la gravetat de la situació. De la nit al dia, s'han destrossat vides i s'han estripat famílies. En un mes, més de 10 milions de persones s'han vist obligades a fugir per a salvar les seves vides, abandonant les seves llars i pertinences.

Més de 6,5 milions estan desplaçades dins d'Ucraïna i més de 3,7 milions s'han vist obligades a fugir del país. Aquestes xifres augmenten cada dia. Es calcula que uns 13 milions de persones estan atrapades en les zones afectades o no poden sortir a causa de l'augment dels riscos de seguretat, la destrucció de ponts i carreteres, així com la falta de recursos o informació sobre on trobar seguretat i allotjament.

En l'actualitat, milions de persones a Ucraïna viuen en constant temor. Els bombardejos indiscriminats i els intensos atacs obliguen la gent a refugiar-se en búnquers durant hores, dia i nit.

El mateix ocorre amb els col·legues d'ACNUR a Ucraïna, que ara treballen des de les oficines recentment establertes en Dnipró i Vínnytsia, Úzhgorod, Chernivtsí i Leópolis, així com en les zones no controlades pel govern de Donetsk i Lugansk.

Molts membres del personal nacional d'ACNUR s'han convertit al seu torn ells mateixos en desplaçats interns. Per a diversos d'ells, aquesta és la segona o tercera vegada des de 2014. Malgrat això, no han deixat de treballar. Veure la seva dedicació per a ajudar a altres persones desplaçades ha estat una veritable font d'inspiració.

Al país, tenim ara 154 companys d'ACNUR, varis en desplegaments d'emergència, i continuem creixent per a reforçar la nostra capacitat d'acció. Tothom està treballant sense descans. Les comunitats locals, els voluntaris, els municipis i les autoritats han liderat la resposta humanitària. Des del primer minut d'aquesta guerra, la qual cosa hem vist en termes d'esforç local ha estat realment notable, i el nostre objectiu és reforçar i complementar la capacitat nacional i local, una cosa cada vegada més necessària a mesura que s'agreuja la crisi humanitària.

A Ucraïna, l'Agència de l'ONU per als Refugiats opera dins de la resposta humanitària interinstitucional, sota la direcció del Coordinador de Crisi de l'ONU. Centrem els nostres esforços en els àmbits de la protecció, el refugi i l'assistència en efectiu i en espècie, a fi de proporcionar ajuda immediata als qui fugen de la guerra. Ajudem els desplaçats a trobar estabilitat i a establir-se en un lloc més segur mentre la situació continua canviant per moments i el futur es torna imprevisible.

Els equips d'ACNUR i nostres ONG locals associades s'han desplegat en els punts fronterers, en els centres de trànsit i d'acolliment. També hem aconseguit arribar a les zones directament afectades pels bombardejos per a proporcionar assessorament immediat en matèria de protecció i per a distribuir articles de primera necessitat.

En les zones afectades pels combats, més de 1.000 llars han rebut materials per a refugi d'emergència perquè puguin fer les reparacions necessàries a les seves cases danyades i protegir-se dels elements. Els centres d'acolliment a la regió del centre i l'oest d'Ucraïna han estat dotats d'articles de primera necessitat com a matalassos, mantes i utensilis de cuina, la qual cosa els ha permès ampliar la seva capacitat per a acollir als desplaçats interns.

Gràcies a aquesta ajuda, almenys 85.000 persones poden beneficiar-se d'un allotjament temporal. Només aquesta setmana, ACNUR ha lliurat 20.000 paquets d'articles d'ajuda humanitària per a les persones afectades i als centres d'acolliment.

És evident que això no és suficient per a atendre totes les necessitats, però estem aprofitant qualsevol ocasió per a tractar d'arribar amb la nostra ajuda a les persones que ho necessiten. Juntament amb les autoritats locals de les localitats que acullen als desplaçats interns, estem identificant edificis per a rehabilitar-los i reutilitzar-los com a centres d'acolliment i centres comunitaris, ja que les necessitats d'allotjament són enormes.

No es tracta només de proporcionar allotjament immediat; és evident que centenars de milers o milions, de desplaçats interns necessitaran ajuda per a l'habitatge a mitjà i llarg termini. La setmana passada, en Vínnytsia, vaig conèixer a una mare amb una filla de 20 anys amb discapacitat que s'allotjava en un dels centres d'acolliment que ACNUR ha secundat. El seu apartament, als afores de Kíev, havia estat objecte d'un atac. Em va quedar clar que no anaven a poder sortir d'aquest centre a curt termini. Elles, igual que altres famílies vulnerables amb les quals vaig parlar en el mateix centre de recepció, necessitaran allotjament en un centre col·lectiu o en un habitatge social durant mesos o anys.

Els nostres equips estan treballant per a dur a terme els nostres programes de protecció, refugi i assistència no sols en l'oest del país, sinó també -en la mesura que sigui possible- en el centre i l'est d'Ucraïna per a garantir l'accés a l'allotjament i als serveis vitals.

Hem començat a posar en marxa el nostre programa d'assistència econòmica en efectiu a les províncies de Leópolis i Zakarpatia, i fins avui hem inscrit a milers de persones. En els pròxims dies es produiran noves inscripcions en altres sis províncies del centre i l'est d'Ucraïna. En total, el nostre objectiu és arribar almenys a 360.000 desplaçats per a ajudar-los a cobrir les seves necessitats bàsiques.

Al mateix temps, continuem fent el possible per arribar a les zones més afectades, com Mariúpol i Járkiv, amb assistència humanitària d'emergència en el marc dels combois humanitaris que gestionem de manera conjunta entre diverses agències.

ACNUR va participar en aquest primer comboi que va entrar en Sumy la setmana passada en el marc del sistema de notificació humanitària. No obstant això, és clar que les persones, les famílies i les comunitats necessitaran protecció, refugi, assistència i accés a serveis bàsics com la salut, l'educació i la protecció social durant anys, si no dècades.

Els efectes d'aquesta guerra són devastadors i de gran abast. La forma més eficaç d'ajuda humanitària seria el cessament d'aquesta guerra. Mentrestant, hem de continuar fent tot el possible per a fer costat a totes les persones afectades.

 
 

Consulta el portal de ACNUR amb dades actualitzades i informes sobre la situació a Ucraïna

 
 


Accedeix a més imatges i vídeos sobre la crisi a Ucraïna en la Biblioteca Audiovisual de ACNUR (es necessari registre). 

 
 


Accedeix a la web Help de ACNUR amb  informació sobre protecció a Espanya per a persones que han fugit de la crisi a Ucraïna. 

 
 

Informació d'utilitat

• Teléfono de información 24 horas del Ministerio Inclusión, Seguridad Social y         Migraciones de para las personas refugiadas de Ucrania (en español y ucraniano):
   (+34) 91 047 44 44
 
 Portal del Ministerio Inclusión, Seguridad Social y Migraciones de para las
   personas refugiadas de Ucrania: https://www.inclusion.gob.es/es/ucrania/index.htm

 Recomendaciones sobre niños y niñas no acompañados que han huido del conflicto en Ucrania y las cautelas que deben adoptarse para garantizar su protección.

•  Información de ACNUR sobre colaboración con la crisis en Ucrania.

Envía ayuda

Dpto. de Comunicación
de la Oficina de ACNUR en España

                                             

María Jesús Vega, Portavoz de ACNUR en España
Rosa Otero, Responsable adjunta de Comunicación

 
 
 
 
 
 
 
 

 

En el último mes, todo ha cambiado para Ucrania. Apenas dos semanas antes del inicio de la guerra, pasé una semana en el este de Ucrania con el Director nacional del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), para inaugurar y visitar centros comunitarios para niños con discapacidad y personas mayores en Avdiika y Popasna. Es probable que estos centros se hallen ahora convertidos en escombros, como tantas otras casas y estructuras sociales que los socios humanitarios y de desarrollo han ayudado a levantar y reparar en los últimos ocho años, trabajando con las autoridades y las comunidades locales del este de Ucrania.

El mes pasado ha revertido estos progresos y nos ha hecho retroceder más allá de donde estábamos hace ocho años. Hoy nos enfrentamos a la realidad de una crisis humanitaria masiva que crece por momentos.

No se puede subestimar la gravedad de la situación.

De la noche a la mañana, se han destrozado vidas y se han desgarrado familias. En un mes, más de 10 millones de personas se han visto obligadas a huir para salvar sus vidas, abandonando sus hogares y pertenencias. Más de 6,5 millones están desplazadas dentro de Ucrania y más de 3,7 millones se han visto obligadas a huir del país. Estas cifras aumentan cada día. Se calcula que unos 13 millones de personas están atrapadas en las zonas afectadas o no pueden salir debido al aumento de los riesgos de seguridad, la destrucción de puentes y carreteras, así como la falta de recursos o información sobre dónde encontrar seguridad y alojamiento.

En la actualidad, millones de personas en Ucrania viven en constante temor. Los bombardeos indiscriminados y los intensos ataques obligan a la gente a refugiarse en búnkeres durante horas, día y noche.

Lo mismo ocurre con los colegas de ACNUR en Ucrania, que ahora trabajan desde las oficinas recién establecidas en Dnipró y Vínnytsia, Úzhgorod, Chernivtsí y Leópolis, así como en las zonas no controladas por el gobierno de Donetsk y Lugansk. Muchos miembros del personal nacional de ACNUR se han convertido a su vez ellos mismos en desplazados internos. Para varios de ellos, esta es la segunda o tercera vez desde 2014. A pesar de ello, no han dejado de trabajar. Ver su dedicación para ayudar a otras personas desplazadas ha sido una verdadera fuente de inspiración.

En el país, tenemos ahora 154 compañeros de ACNUR, varios en despliegues de emergencia, y seguimos creciendo para reforzar nuestra capacidad de acción. Todo el mundo está trabajando sin descanso. Las comunidades locales, los voluntarios, los municipios y las autoridades han liderado la respuesta humanitaria. Desde el primer minuto de esta guerra, lo que hemos visto en términos de esfuerzo local ha sido realmente notable, y nuestro objetivo es reforzar y complementar la capacidad nacional y local, algo cada vez más necesario a medida que se agrava la crisis humanitaria.

En Ucrania, la Agencia de la ONU para los Refugiados opera dentro de la respuesta humanitaria interinstitucional, bajo la dirección del Coordinador de Crisis de la ONU. Centramos nuestros esfuerzos en los ámbitos de la protección, el refugio y la asistencia en efectivo y en especie, a fin de proporcionar ayuda inmediata a quienes huyen de la guerra. Ayudamos a los desplazados a encontrar estabilidad y a establecerse en un lugar más seguro mientras la situación sigue cambiando por momentos y el futuro se torna imprevisible.

Los equipos de ACNUR y nuestras ONG locales asociadas se han desplegado en los puntos fronterizos, en los centros de tránsito y de acogida. También hemos conseguido llegar a las zonas directamente afectadas por los bombardeos para proporcionar asesoramiento inmediato en materia de protección y para distribuir artículos de primera necesidad.

En las zonas afectadas por los combates, más de 1.000 hogares han recibido materiales para refugio de emergencia para que puedan hacer las reparaciones necesarias en sus casas dañadas y protegerse de los elementos. Los centros de acogida en la región del centro y el oeste de Ucrania han sido dotados de artículos de primera necesidad como colchones, mantas y utensilios de cocina, lo que les ha permitido ampliar su capacidad para acoger a los desplazados internos. Gracias a esta ayuda, al menos 85.000 personas pueden beneficiarse de un alojamiento temporal. Sólo esta semana, ACNUR ha entregado 20.000 paquetes de artículos de ayuda humanitaria para las personas afectadas y a los centros de acogida. Es evidente que esto no es suficiente para atender todas las necesidades, pero estamos aprovechando cualquier ocasión para tratar de llegar con nuestra ayuda a las personas que lo necesitan. Junto con las autoridades locales de las localidades que acogen a los desplazados internos, estamos identificando edificios para rehabilitarlos y reutilizarlos como centros de acogida y centros comunitarios, ya que las necesidades de alojamiento son enormes. No se trata sólo de proporcionar alojamiento inmediato; es evidente que cientos de miles o millones, de desplazados internos necesitarán ayuda para la vivienda a medio y largo plazo.

La semana pasada, en Vínnytsia, conocí a una madre con una hija de 20 años con discapacidad que se alojaba en uno de los centros de acogida que ACNUR ha apoyado. Su apartamento, en las afueras de Kiev, había sido objeto de un ataque. Me quedó claro que no iban a poder salir de ese centro a corto plazo. Ellas, al igual que otras familias vulnerables con las que hablé en el mismo centro de recepción, necesitarán alojamiento en un centro colectivo o en una vivienda social durante meses o años.

Nuestros equipos están trabajando para llevar a cabo nuestros programas de protección, refugio y asistencia no sólo en el oeste del país, sino también -en la medida de lo posible- en el centro y el este de Ucrania para garantizar el acceso al alojamiento y a los servicios vitales. Hemos empezado a poner en marcha nuestro programa de asistencia económica en efectivo en las provincias de Leópolis y Zakarpatia, y hasta la fecha hemos inscrito a miles de personas. En los próximos días se producirán nuevas inscripciones en otras seis provincias del centro y el este de Ucrania. En total, nuestro objetivo es llegar al menos a 360.000 desplazados para ayudarles a cubrir sus necesidades básicas.

Al mismo tiempo, seguimos haciendo lo posible por llegar a las zonas más afectadas, como Mariúpol y Járkiv, con asistencia humanitaria de emergencia en el marco de los convoyes humanitarios que gestionamos de forma conjunta entre varias agencias. ACNUR participó en ese primer convoy que entró en Sumy la semana pasada en el marco del sistema de notificación humanitaria.

Sin embargo, está claro que las personas, las familias y las comunidades necesitarán protección, refugio, asistencia y acceso a servicios básicos como la salud, la educación y la protección social durante años, si no décadas. Los efectos de esta guerra son devastadores y de gran alcance.

La forma más eficaz de ayuda humanitaria sería el cese de esta guerra. Mientras tanto, debemos seguir haciendo todo lo posible para apoyar a todas las personas afectadas.

Ucrania: Un mes después del inicio de la guerra, casi una cuarta parte de la población se ha visto desplazada

Declaraciones de Karolina Lindholm Billing, Representante de ACNUR en Ucrania, desde Leópolis.

 

Un padre se despide de su familia en la estación de autobuses de Leópolis, en el oeste de Ucrania, para que puedan ponerse a salvo.  © ACNUR/Valerio Muscella

En el último mes, todo ha cambiado para Ucrania. Apenas dos semanas antes del inicio de la guerra, pasé una semana en el este de Ucrania con el Director nacional del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), para inaugurar y visitar centros comunitarios para niños con discapacidad y personas mayores en Avdiika y Popasna. Es probable que estos centros se hallen ahora convertidos en escombros, como tantas otras casas y estructuras sociales que los socios humanitarios y de desarrollo han ayudado a levantar y reparar en los últimos ocho años, trabajando con las autoridades y las comunidades locales del este de Ucrania.

El mes pasado ha revertido estos progresos y nos ha hecho retroceder más allá de donde estábamos hace ocho años. Hoy nos enfrentamos a la realidad de una crisis humanitaria masiva que crece por momentos.

No se puede subestimar la gravedad de la situación.

De la noche a la mañana, se han destrozado vidas y se han desgarrado familias. En un mes, más de 10 millones de personas se han visto obligadas a huir para salvar sus vidas, abandonando sus hogares y pertenencias. Más de 6,5 millones están desplazadas dentro de Ucrania y más de 3,7 millones se han visto obligadas a huir del país. Estas cifras aumentan cada día. Se calcula que unos 13 millones de personas están atrapadas en las zonas afectadas o no pueden salir debido al aumento de los riesgos de seguridad, la destrucción de puentes y carreteras, así como la falta de recursos o información sobre dónde encontrar seguridad y alojamiento.

En la actualidad, millones de personas en Ucrania viven en constante temor. Los bombardeos indiscriminados y los intensos ataques obligan a la gente a refugiarse en búnkeres durante horas, día y noche.

Lo mismo ocurre con los colegas de ACNUR en Ucrania, que ahora trabajan desde las oficinas recién establecidas en Dnipró y Vínnytsia, Úzhgorod, Chernivtsí y Leópolis, así como en las zonas no controladas por el gobierno de Donetsk y Lugansk. Muchos miembros del personal nacional de ACNUR se han convertido a su vez ellos mismos en desplazados internos. Para varios de ellos, esta es la segunda o tercera vez desde 2014. A pesar de ello, no han dejado de trabajar. Ver su dedicación para ayudar a otras personas desplazadas ha sido una verdadera fuente de inspiración.

En el país, tenemos ahora 154 compañeros de ACNUR, varios en despliegues de emergencia, y seguimos creciendo para reforzar nuestra capacidad de acción. Todo el mundo está trabajando sin descanso. Las comunidades locales, los voluntarios, los municipios y las autoridades han liderado la respuesta humanitaria. Desde el primer minuto de esta guerra, lo que hemos visto en términos de esfuerzo local ha sido realmente notable, y nuestro objetivo es reforzar y complementar la capacidad nacional y local, algo cada vez más necesario a medida que se agrava la crisis humanitaria.

En Ucrania, la Agencia de la ONU para los Refugiados opera dentro de la respuesta humanitaria interinstitucional, bajo la dirección del Coordinador de Crisis de la ONU. Centramos nuestros esfuerzos en los ámbitos de la protección, el refugio y la asistencia en efectivo y en especie, a fin de proporcionar ayuda inmediata a quienes huyen de la guerra. Ayudamos a los desplazados a encontrar estabilidad y a establecerse en un lugar más seguro mientras la situación sigue cambiando por momentos y el futuro se torna imprevisible.

Los equipos de ACNUR y nuestras ONG locales asociadas se han desplegado en los puntos fronterizos, en los centros de tránsito y de acogida. También hemos conseguido llegar a las zonas directamente afectadas por los bombardeos para proporcionar asesoramiento inmediato en materia de protección y para distribuir artículos de primera necesidad.

En las zonas afectadas por los combates, más de 1.000 hogares han recibido materiales para refugio de emergencia para que puedan hacer las reparaciones necesarias en sus casas dañadas y protegerse de los elementos. Los centros de acogida en la región del centro y el oeste de Ucrania han sido dotados de artículos de primera necesidad como colchones, mantas y utensilios de cocina, lo que les ha permitido ampliar su capacidad para acoger a los desplazados internos. Gracias a esta ayuda, al menos 85.000 personas pueden beneficiarse de un alojamiento temporal. Sólo esta semana, ACNUR ha entregado 20.000 paquetes de artículos de ayuda humanitaria para las personas afectadas y a los centros de acogida. Es evidente que esto no es suficiente para atender todas las necesidades, pero estamos aprovechando cualquier ocasión para tratar de llegar con nuestra ayuda a las personas que lo necesitan. Junto con las autoridades locales de las localidades que acogen a los desplazados internos, estamos identificando edificios para rehabilitarlos y reutilizarlos como centros de acogida y centros comunitarios, ya que las necesidades de alojamiento son enormes. No se trata sólo de proporcionar alojamiento inmediato; es evidente que cientos de miles o millones, de desplazados internos necesitarán ayuda para la vivienda a medio y largo plazo.

La semana pasada, en Vínnytsia, conocí a una madre con una hija de 20 años con discapacidad que se alojaba en uno de los centros de acogida que ACNUR ha apoyado. Su apartamento, en las afueras de Kiev, había sido objeto de un ataque. Me quedó claro que no iban a poder salir de ese centro a corto plazo. Ellas, al igual que otras familias vulnerables con las que hablé en el mismo centro de recepción, necesitarán alojamiento en un centro colectivo o en una vivienda social durante meses o años.

Nuestros equipos están trabajando para llevar a cabo nuestros programas de protección, refugio y asistencia no sólo en el oeste del país, sino también -en la medida de lo posible- en el centro y el este de Ucrania para garantizar el acceso al alojamiento y a los servicios vitales. Hemos empezado a poner en marcha nuestro programa de asistencia económica en efectivo en las provincias de Leópolis y Zakarpatia, y hasta la fecha hemos inscrito a miles de personas. En los próximos días se producirán nuevas inscripciones en otras seis provincias del centro y el este de Ucrania. En total, nuestro objetivo es llegar al menos a 360.000 desplazados para ayudarles a cubrir sus necesidades básicas.

Al mismo tiempo, seguimos haciendo lo posible por llegar a las zonas más afectadas, como Mariúpol y Járkiv, con asistencia humanitaria de emergencia en el marco de los convoyes humanitarios que gestionamos de forma conjunta entre varias agencias. ACNUR participó en ese primer convoy que entró en Sumy la semana pasada en el marco del sistema de notificación humanitaria.

Sin embargo, está claro que las personas, las familias y las comunidades necesitarán protección, refugio, asistencia y acceso a servicios básicos como la salud, la educación y la protección social durante años, si no décadas. Los efectos de esta guerra son devastadores y de gran alcance.

La forma más eficaz de ayuda humanitaria sería el cese de esta guerra. Mientras tanto, debemos seguir haciendo todo lo posible para apoyar a todas las personas afectadas.

 
 

Consulta el portal de ACNUR con datos actualizados e informes sobre la situación en Ucrania

 
 


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Información de utilidad

• Teléfono de información 24 horas del Ministerio Inclusión, Seguridad Social y         Migraciones de para las personas refugiadas de Ucrania (en español y ucraniano):
   (+34) 91 047 44 44
 
 Portal del Ministerio Inclusión, Seguridad Social y Migraciones de para las
   personas refugiadas de Ucrania: https://www.inclusion.gob.es/es/ucrania/index.htm

 Recomendaciones sobre niños y niñas no acompañados que han huido del conflicto en Ucrania y las cautelas que deben adoptarse para garantizar su protección.

•  Información de ACNUR sobre colaboración con la crisis en Ucrania.

Envía ayuda

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de la Oficina de ACNUR en España

                                             

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